Italia es conocida por su rica historia, cultura y arte, pero también es importante destacar que hay muchas cosas en Italia que son familiares y accesibles para los viajeros y estudiantes que aprenden italiano por su cuenta. Desde comidas y bebidas hasta tiendas y servicios, hay muchas cosas en Italia que son similares a las que encontraríamos en otros países. Esto puede hacer que el proceso de aprendizaje del idioma sea más fácil y cómodo para los estudiantes que deciden aprender italiano por su cuenta. Además, poder disfrutar de comodidades familiares mientras se aprende el idioma puede ayudar a los estudiantes a sentirse más a gusto y motivados a seguir adelante con su aprendizaje. En definitiva, tener acceso a cosas familiares en Italia puede ser una ventaja para aquellos que deciden aprender italiano por su cuenta.
Y digo “por suerte” porque en los países nórdicos no las conocen o incluso están prohibidas! Y no hablemos ya de los países extraeuropeos. Hace tiempo ya comenté algunas cosas que damos por descontadas en España pero que no hay en Italia (véase post “En Italia no existe”) Hoy hablo de lo que –todavía- crea un puente con España, tal vez porque son inventos españoles (?)
EL JAMÓN
He leído que la mitad de las consultas que reciben los operadores de las líneas aéreas en España están relacionadas con poder llevar jamón en las maletas. Su prohibición en ciertos países como Estados Unidos hace que circulen de contrabando packs de envasados al vacío como las botellas de alcohol circulaban durante la ley seca.
En Italia existe el jamón serrano, o jamón crudo como lo llaman ellos. Famoso es el de Parma. Pero no es lo mismo, dirá cualquier español que se encuentra por estos lares. De hecho, la frase “también hay, pero no es lo mismo” se puede aplicar a casi todo lo comestible.
LAS PERSIANAS
Puede parecer una tontería, pero los que viajan o viven en países nórdicos verdaderamente las echan de menos. Invento básico para un español para regular la luz, proteger del frío, del calor y de las miradas indiscretas. Afortunadamente también existen en Italia o, al menos, las contraventanas de madera. He estado en Inglaterra y en Alemania y allí desconocen completamente su existencia. Hay países donde incluso están prohibidas por ley. Seguro que te suena alguna película o serie americana, tipo «La ventana indiscreta», donde cualquiera puede ver lo que hace el vecino. En Holanda van más allá: ni persianas, ni cortinas, ni visillos. Sólo el cristal pelado entre la vida privada y el mundo exterior. Dicen que es para evitar que se cometan delitos (?) y si tratas de poner cortinas te puedes convertir en sospechoso de ocultar algo malo.
EL BIDET
Invento imprescincible para algunos, inútil para otros. Extraño que en Francia no lo tengan, siendo una palabra francesa. En Italia existe, aunque he leído en alguna parte que están pensando en vetarlo “porque lo ordena Europa”. He conocido a un italiano que en sus viajes a España se asegura siempre de que el baño de la habitación del hotel tenga bidet, y si no, no va.
LAS FREGONAS
Uno de los inventos que España ha dado al mundo (sí, la fregona es un invento español). La fregona y el escurridor fue una de las primeras compras que hice en Italia, pero sé de buena tinta que en otros países siguen lavando el suelo de rodillas, con la mopa húmeda o simplemente con un trapo húmedo, empujándolo con un palo! Prueba a solucionar una inundación provocada por una fuga en la lavadora sin usar la fregona. Exacto, ahora eres Cenicienta.
LAS ESPONJAS
Siguiendo con el tema de la limpieza. En Italia se encuentran gracias a que las comercializa la marca Vileda, la misma de las fregonas. ¿A que nunca sospechaste que una esponja amarilla cuadrada tipo Bob pudiera convertirse en objeto de deseo?
EL CAFÉ
Si no se está en Italia es muy probable que los cafeteros por el mundo lo incluyan en el top de las cosas que añoran. El café existe más o menos a lo largo y ancho del globo, pero cada país tiene su forma de prepararlo y esto nos conduce a los cafés aguados, con posos, los engendros con polvos instantáneos… por no hablar del café con leche en vaso de caña. Puede que hasta al final te encuentres mirando un Starbucks con ojos de deseo.
EL ACEITE DE OLIVA
El aceite de oliva ahora se puede encontrar en el norte de Europa, vendido a precios estratosféricos en la sección de delicatessen como aceite italiano (aunque sea español). Por ahí tienen más costumbre de freír las cosas en mantequilla fundida. Aquí cabría repetir otra vez el mantra de “no es lo mismo”. En Italia el aceite de oliva es de buena calidad y a buen precio (aunque sea español, insisto).
EL PAN
Tanto el pan español como el italiano en realidad es francés, por algo las barras ahora las llamamos “baguette”. En Italia la calidad es bastante buena y se pueden encontrar panaderías donde poder comprar pan recién hecho de mil formas y sabores. Si en Francia la diferencia es a mejor, en Inglaterra o en un país asiático que no haya sido colonizado por los franceses sólo se encuentra pan de molde (por algo se le llama pan inglés). Frío, en rebanadas e industrializado.
algunos tipos de pan italiano
EL TURRÓN
Algo diferente, eso sí. Lo hay más duro y más blando, pero nada que se parezca de lejos al Suchard de chocolate o el blando de Jijona. La sensación de estar masticando chicle hará que añores incluso el de yema tostada, ése que sólo les gusta a las abuelas.
LA FRUTA Y LA VERDURA
Seguimos en tema culinario. ¿Sorprendidos porque digo que en Italia hay fruta y verdura? Pues sí, estos productos de la tierra existen en Italia porque el clima mediterráneo lo permite, así como en Grecia, Turquía o Israel. Para nosotros es algo que forma parte de nuestra vida cotidiana, porque vivimos en el país de la fruta, pero prepárate a echar de menos las naranjas si te alejas del Mare Nostrum. Una inglesa me comentó una vez que en su país comerse una buena pera o un buen plátano es un lujo. En Suecia no saben ni lo que es la fruta fresca. De hecho, en el calcetín gigante que se prepara para el día de Navidad, esperando encontrarlo lleno de dulces, también esperan encontrar fruta! Y si no, que le pregunten a este niño:
LAS PATATAS FRITAS AL JAMÓN (próximamente)
De jamón tienen bien poco, reconozcámoslo. En España se les profesa devoción a las Ruffles sabor jamón, a pesar de esa sensación de lengua como esparto tras devorar el contenido de una bolsa. Las Lays al jamón están llegando a Italia. Acabo de ver el anuncio en el que aparece primero Messi y después mi amigo Cannavaro en una habitación de hotel abriendo las maletas… llenas de bolsas de patatas fritas.
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